24/07/2019 Fernando Ruiz-Beato 0
Lógicamente la incertidumbre electoral y los parones de las votaciones no han contribuido a generar confianza y empresas y parece que la creación de empresas va camino de copiar el modelo poblacional de pirámide invertida. Sólo que ya no se crean tantas empresas y las longevas no duran tanto.
A la espera de conocer los datos de junio, según la estadística publicada por el Instituto Nacional de Estadística, en mayo se crearon 8.583 sociedades mercantiles, un 2,8% menos que en el mismo mes de 2018, mientras que se disolvieron 1.629 empresas, un 6,9% más. Con estas cifras, el número de empresas constituidas en España aumentó un 0,1% en los cinco primeros meses del año, mientras que el de sociedades disueltas se incrementó un 7,3%, recogen los datos del INE.
Ya en el primer trimestre los datos de Axesor eran preocupantes: el número de creación de empresas alcanzó las 25.996 nuevas sociedades durante el primer trimestre, lo que supone una caída del 3,58% respecto al mismo periodo de 2018 y la cifra más baja para estos meses desde el año 2015.
Si analizamos los datos de Gedesco, durante el segundo trimestre del año las cosas no han ido mejor. En total en España se crearon 25.378 nuevas sociedades, lo que supone una caída del 2,42% respecto a las 26.008 nuevas empresas registradas en el mismo periodo del año 2018. La caída es similar en comparación al primer trimestre, un 2,96%. Y echando un vistazo resulta curioso que haya sido mayo el mes de las elecciones la que mayor número de empresas de nueva creación registró: 9.012 frente a las 7.457 de junio, el peor mes en lo que va de año.
Poniendo el foco en las comunidades autónomas, la Comunidad de Madrid continúa siendo la región en la que más sociedades se han creado durante el segundo trimestre de 2019, con un total de 5.953 nuevas empresas. Le siguen Cataluña y Andalucía, con un total de 5.089 y 4.059 nuevas empresas, respectivamente.
El caso es que los achaques que sufre la estructura empresarial empiezan a asemejarse a los de la pirámide poblacional. Si en esta la llegada de inmigrantes paliaba la sangría, en la primera, la proliferación de startups y emprendedores frenó la caída exponencial de creación de empresas. Y está claro que medidas improvisadas como la del control de horarios no benefician a que se creen nuevas empresas que se rigen por modelos de trabajo más digitales y flexibles.