Una mala planificación de los presupuestos anuales y del plan de negocio para el nuevo año fiscal hacen que una de cada cinco compañías acabe fracasando. El día a día de los negocios hace que, en muchas ocasiones, los gestores no den un paso atrás para analizar, con los datos en la mano y de forma objetiva, lo que está ocurriendo en la empresa y así poder tomar las decisiones más acertadas de cara a planificar el nuevo año fiscal.