Anunciados en marzo dentro del paquete de medidas orientadas a ayudar a las empresas a subsistir durante la crisis económica del COVID-19, lo cierto es que, tres meses después, quienes estamos a pie de calle lidiando con la burocracia y el papeleo seguimos encontrando trabas burocráticas, muchas dudas (incluso desde las instituciones se desconoce la respuesta a cómo proceder ante determinadas situaciones y casuísticas de las empresas), pero, sobre todo, mucha incertidumbre e inseguridad jurídica para las empresas, los trabajadores y los propios asesores que a unos y otros prestamos servicios.