Al margen de las dudas laborales que deja el improvisado Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, de trabajo a distancia, también surgen vacíos y dudas en torno al tratamiento fiscal de los gastos asociados con el teletrabajo.
La principal duda que había era quién tendría que compensar a los empleados con los gastos de las conexiones, material tecnológico para desempeñar sus tareas, los gastos de suministros…