El próximo 30 de julio finaliza el plazo para la presentación de las cuentas anuales de la empresa, un proceso es sencillo y obligatorio. Sin embargo, encontramos que casi una de cada dos empresas lo incumple o las presenta con errores, pese a exponerse a ser sancionadas con multas de hasta 300.000 euros.
Las empresas no son conscientes de que el incumplimiento de esta obligación puede acarrear problemas para la gestión de la compañía, ya que el Registro Mercantil cierra la hoja si no se han presentado las cuentas anuales a partir del 31 de diciembre de ese año.