Con la llegada del buen tiempo y el calor y con la jornada continua casi a la vuelta de la esquina empezaremos a ver que el “casual Friday” se extiende al resto de los días de la semana entre los empleados de las empresas.
Entre el extremo de ir a trabajar en chanclas, como ocurre en alguna startup tecnológica, o a la obligatoriedad de ir con traje y corbata, lo cierto es que la uniformidad en la empresa es algo que puede quedar a elección del empresario siempre que sea proporcional y razonable según su sector de actividad y que, en muchas ocasiones, puede generar conflictos.